jueves, 12 de junio de 2008

Sigue todo mas o menos igual

Lo bueno de este día es que no estoy tan mal, no puedo decir que estoy bien, pero un poco mejor me siento.
Ayer hablé bastante con M, tratando de que se diera cuenta que no tengo mala onda con él, pero sin que sea demasiado personal. No me salió muy bien. Empezamos a hablar de trabajo, pero un poco se desvió hacia lo personal, y en un momento le dije "eso no te incumbe". En el instante en que escuché esas palabras salir de mi boca, me dí cuenta que no tendría que haber dicho nada. Y él me puso una cara, ya sé tenia razón, para que le cuento algo si después no me banco que me conteste. Lo que pasó es que me resulta muy difícil tratar de poner distancia, tratar de que se convierta en un compañero, pero a la vez, sabe un montón de cosas mías, muy personales, era casi mi confidente, y me doy cuenta que no puedo.
Después decidí escribirle una nota diciéndole todo lo que siento, bueno no todo, tratando de explicarle como me siento, diciéndole que lo quiero, pero sin reproches. Obviamente no me animé y no se la dí. Casi lo sabia cuando la escribí, hay un montón de notas que le escribí sabiendo que no se las iba a dar. Es una manera de descargar, como este blog. Pero lo diferente de esta carta es que no busco explicaciones, ni que me pida disculpas, ni que sepa todo lo mal que la pasé, sin enojos, sin golpes bajos, sin dar por hecho que no me quiere, sin demasiada vuelta, por eso pensé que podía dársela. Hasta la llevé en la cartera. Quizás se la de mañana, si me animo...
Hoy casi no hablé con él, él tampoco conmigo, solo en conversaciones generales. Pero pasó algo que me hizo pensar. Dos compañeras de trabajo, en forma separada, notaron algo raro en nuestra relación y me preguntaron que pasó. Con buena onda, no de chusmas. Les conté a rasgos generales el distanciamiento. Ambas, y repito, en forma separada, me dijeron que difícil debía ser la situación, y ambas me aconsejaron que hablé con él. Por un lado me sentí bien porque esta situación me pone muy mal, y ellas me dijeron que no es para menos. Y por otro lado, me dejó pensando que debería hablarle. O al menos entregarle la carta. La semana próxima empieza sus vacaciones, así que no nos veremos por unos cuantos días.
Una de mis compañeras habló con él, ellos se llevan bien, así que pensé que quizás le dijo algo sobre mi. No quise preguntar. Me ilusiono que mañana me hable, pero prefiero no ilusionarme demasiado con cosas que dudo que pasen. Me encantaría que él plantee el tema, no por orgullo, sino porque eso no me dejaría duda de que le importo y quiere que nos amiguemos.
No sé que haré, ahora pienso que lo mejor que puedo hacer es darle la carta, pero sé que cuando esté en la oficina, no va a parecer tan fácil. Veremos...

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